La Araucaria o Pehuen
La araucaria o pehuén (Araucaria araucana), también llamada piñonero, pino araucaria o pino de brazos, es un especie arbórea perteneciente al género de coníferas Araucaria de la familia Araucariaceae. Es un árbol nativo de Chile y Argentina, que hoy en día se encuentra distribuido en zonas muy restringidas de la Cordillera de los Andes (desde el Volcán Antuco hasta el Volcán Villarrica) y en una pequeña población de la Cordillera de la Costa chilena, denominada Cordillera de Nahuelbuta. Hoy en día esta especie está protegida en grandes extensiones. En Chile en los Parques Nacionales Conguillío, Tolhuaca, Laguna del Laja, Huerquehue y Villarrica y en la Cordillera de la Costa, en el Parque Nacional de Nahuelbuta (VIII Región); también en la IX Región, está protegida en la comuna de Collipulli. En Argentina, en el Parque Nacional Lanín en Neuquén (Argentina), entre 37º S y 40º S.
La araucaria en estado natural crece únicamente a más de 800 metros sobre el nivel del mar y, de manera óptima, en la cota de los 1.000 msnm. Se la encuentra en terrenos rocosos y arenosos con buen drenaje (por lo común de origen volcánico), en alturas donde la nieve permanece sobre el suelo durante largas temporadas y en lugares de bajas temperaturas. Se halla asociada a bosques mixtos de lenga, ñirre y coigüe, pero, en general, su tendencia es a formar bosques puros.
La especie alcanza la madurez reproductiva recién a los 20 o 30 años, en las mejores condiciones ambientales y ecológicas, pero normalmente lo hace entre los 40 y 60 años, cuando llega a los 6 m de altura. En sitios secos y/o con suelos pobres, puede retrasarse hasta los 70 años, cuando logran los 2 a 3 m de altura. Los ejemplares alcanzan su máxima altura a los 250 años, 35 m para el caso de ejemplares en Argentina y 50 m en Chile, y presentan una longevidad máxima aproximada de 1.300 años.
Es una especie importante dentro de la cultura Mapuche, especialmente de la etnia Pehuenche. Las semillas, comúnmente llamadas piñones, son comestibles y formaban parte importante de la dieta de los pueblos originarios, debido a su alto contenido energético. La resina del tronco se utiliza en medicina popular para curar úlceras en la piel. Además es un árbol muy preciado como planta ornamental en plazas y jardines.
La araucaria está catalogada como una especie “vulnerable” a la extinción. Más que una naturaleza frágil, se dan problemas técnicos para manejarla u opciones más rentables de uso de suelo; la explotación de la que fue objeto por décadas, conspiró contra esta especie donde se eliminaron árboles de manera indiscriminada.
Mediante el D.S. N° 43, oficializado el 3 de abril de 1990, el Gobierno de Chile declaró Monumento Natural a esta especie y, conforme a lo anterior, prohibió su tala en forma absoluta en todo el territorio nacional. La decisión se adoptó invocando la Convención para la Protección de la Flora, Fauna y Bellezas Escénicas Naturales de América, suscrita para Chile en 1967, en Washington. Si bien, la araucaria perdió interés comercial, desde el punto de vista maderero, dada su condición de monumento natural inviolable, sigue jugando un rol muy importante, tanto en la economía como en la ecología del país.
El singular valor estético de los bosques naturales de araucaria representa un extraordinario capital y atractivo turístico. La producción y comercialización de los piñones constituye una fuente significativa de alimentación para las poblaciones indígenas pehuenches, que habitan zonas cordilleranas de las regiones VIII y IX. También es vital el papel de la araucaria respecto de la protección de los frágiles suelos de alta montaña y la regulación del escurrimiento de la nieve y el agua, que contribuye a mantener el equilibrio ecológico de esas regiones.
El piñón o Ngülliu
El fruto de la Araucaria Araucana es el piñón araucano (Ngülliu). Brote sagrado para el pueblo mapuche pehuenche, que se produce dentro del fruto de la araucaria, el cono llamado Piñata o Piñatra. El cono femenino del pehuén es una gran piña de unos 20 cm de ancho que posee entre 100 y 200 semillas ovaladas de unos cuatro centímetros de largo cada una. Esta semilla es carnosa y recubierta de una cáscara fibrosa.
Los piñones son alargados, cuneiformes, de un atractivo color pardo rojizo, de 3,5 a 4,5 cm de largo, entre 1,2 a 2,0 cm de ancho y con un peso de 3,5 a 4,0 gramos. Un kilo tiene 230 a 265 semillas. Sin embargo, pueden existir ejemplares que producen frutos de mayor tamaño, alcanzando hasta 6 cm o más. La Araucaria inicia la producción de flores y frutos al alcanzar sobre los 15 a 25 años, cuando los árboles se encuentran en sectores despejados y sin competencia por luz. En bosques naturales, es muy variable la edad a la que producen flores, pero es raro que sea antes de los 100 años.
Gran parte de la población pehuenche y colona que habita en la Cordillera de los Andes, se dedica a la colecta y almacenamiento de piñones de Araucaria, entre fines del verano y comienzos de otoño (Marzo-Abril). Esta recolección se puede llevar a cabo de distintas formas: se puede esperar que los pájaros desmiembren el cono y que, como efecto, los frutos se precipiten al suelo; que el piñón madure y en forma natural se desprenda del árbol; subir al árbol y apalear los conos hasta que éstos caigan; desmembrar el cono con la ayuda de un lazo o, simplemente, cortando las ramas del árbol. Cuando los piñones están en el suelo, las familias recogen de manera selectiva las semillas, eligiendo las más grandes y brillantes. Estas pueden alcanzar hasta 11 metros de radio de dispersión natural, desde la base del árbol, aunque la mayor cantidad de semillas se concentra en el área directa bajo la copa. Por ello la recolección se realiza, principalmente, bajo los árboles femeninos.
El almacenamiento y conservación de los piñones, por parte de los pehuenches, se puede llevar a cabo de diversas formas: la confección de collares de piñones crudos y pelados, los que se secan, ahúman y cuelgan para su ventilación; la construcción de un hoyo, que se llena con agua limpia, y donde son vaciados los piñones para conservarlos de una temporada a otra; y la excavación de un hoyo donde se depositan piedras calientes y sobre éstas los piñones.
Las comidas producidas con las semillas son variadas. Por ejemplo el “chicoco”, a partir de la semilla hervida y luego desecada. Otra modalidad es el piñón tostado, o al rescoldo, y la bebida obtenida de semillas cocidas, trituradas y luego fermentadas en su propio jugo. Cocidos tienen un sabor muy agradable, similar a las almendras. Dentro de sus usos es posible hacerlo harina, prepararlo en ensaladas, fritos con sal y sales aromáticas, con merkén, con hierbas y con distintos tipos de pimienta.
El valor nutricional del piñón araucano se define en esta tabla:
Por 100 gr de porción comestible:
- Energía 221 Kcal.
- Agua 42,4 grs.
- Proteína 14,6 grs.
- Lípidos 1,2 grs.
- H. de Carbono (almidón) 37,9 grs.
El piñón es rico en magnesio, en potasio, fósforo, hierro y calcio; además aporta vitaminas del grupo B.
El almidón produce energía para los procesos metabólicos. Además gran parte de este almidón es el denominado “almidón resistente”, que es una fibra que circula rápidamente por el tubo digestivo y no se deposita en el organismo. La fibra dietética es importante para el funcionamiento del sistema digestivo y la prevención de enfermedades intestinales y cardíacas. Su principal propiedad es la ausencia de gluten, por lo que resulta un alimento apto para celíacos.
Información extraída de:
Producción, técnicas de post cosecha y desarrollo de productos a partir del piñón
Proyecto de Innovación en la VIII Región del Biobío y IX Región de La Araucanía
Serie Experiencias de Innovación para el Emprendimiento Agrario. Fundación para la Innovación Agraria
Documento disponible en: http://indap.gob.cl/sites/default/files/productos_a_partir_del_pinon.pdf